
La vida nítida
By Natalia Vazquez D

La vida nítidaJan 19, 2021

La certeza primera
Vuelvo a editar el diario 7 años después de acabar de escribirlo y ahora es una niña de dos la que por las noches duerme en la habitación desde la que grabo este audio. Han pasado muchas cosas desde que empecé este escrito, una pandemia, entre otras, pero, con el tiempo, ha ido cobrando cada vez mayor sentido. Visto desde la perspectiva que da el tiempo, ésta era la segunda o tal vez primera certeza que me regaló el viaje...

Clímax para una revelación
Un niño me mira desde el otro lado del salón. En dos meses aprendió a sostener la mirada y sonreír. Y, con seis, ya es capaz de coger estas páginas y exprimirlas con la esperanza de que caiga por su propio peso lo que quiera que escondan.

Varita olímpica
Empezar los días a las seis de la mañana tiene la ventaja de que, a mediodía, en realidad todavía queda un día entero por delante, así que, de nuevo en Pekín, nos dirigimos a la zona olímpica. Recuerda al cuento de la Cenicienta. Te tocan unas olimpiadas y un hada madrina –por llamarlo de alguna manera- empieza a convertir calabazas en brillantes carrozas. Donde “brillantes carrozas” puede ser sustituido por “impresionantes estadios con forma de nido metálico o pabellones de natación forrados de una luz que cambia en un ciclo sin fin del azul al violeta, del violeta al rosa, del rosa al rojo…”. Allí en medio estamos nosotros, antiguos ratoncillos convertidos en turistas...

La Gran Muralla China
Junto a la Torre de Pisa y Macchu Picchu, la Gran Muralla China es una de esas cosas de las que una oye hablar desde niña. Así que, una vez en Pekín, es inevitable visitarla. Aunque se sienta más curiosidad por los propios humanos que por sus construcciones, éstas también ayudan a conocerlos.

El viejo Pekín
Nuestros planes para el tercer día en China pasan por visitar la Gran Muralla, pero las piernas están tan flojas después de caminar todo el día ayer y de no haber caminado apenas durante los quince días que pasamos en coche viajando por Mongolia, que decidimos dejarlo para mañana, ese placer que uno se puede dar de vez en cuando conocido como procrastinación.

“Lo mismo que ellos, por favor”
Después del primer contacto nocturno con la ciudad, cenando en Dongzhimen Nei, y de visitar Tiananmen y la Ciudad prohibida, ejerciendo un tipo de turismo que ya no recordábamos, cogemos un autobús sin saber muy bien adónde va a llevarnos. Bajamos en un lugar elegido aleatoriamente en el mapa.

Pekín. Los opuestos se atraen. Instantánea de viaje número 3.
Hay pocas cosas más opuestas a la estepa mongola que una urbe como Pekín. Nuestra llegada allí supone el reencuentro con el ruido, la masa y la electricidad acelerando el ritmo de las cosas. Incluso el cielo no podría ser más diferente.

El tren como destino (II)
De Mongolia a China, nueva transición.

Camellos al atardecer
Cuando ya no todo es rodar y rodar.

Viaje circular. De vuelta a Ulaan Bator
La pizza también puede ser un destino.

El primer templo budista
Erdene Zuu y volver a ver a Ace.

Un día cualquiera en el lago Khovsgol
El placer de habitar la cotidianeidad ajena.

Las aguas termales de Tsenkher
Una excepción acogedora.

Fregando los platos en el lago blanco
La felicidad que te hiela los dedos

Donde menos te lo esperes encontrarás a un cazador de marmotas
El ombligo del mundo.

El otro viaje a Mongolia
Liberación.

Nuestra primera yurta
La casa blanca de planta circular.

Ansiosos de locales en Iikh Uul
Nunca viajes sin un libro de frases del idioma local.

Bulgan y el siempre podría ser peor
La decadencia en un cuarto de baño.

El largo camino al lago Khovsgol
Llegar por tierra a Ítaca.

Mongolia. Instantánea número 2
La esencia del viaje por Mongolia en una escena.

Nexo entre imperios: el transmongoliano
De Rusia a Mongolia en dos días de tren. Filosofía de viaje.

Nikolai
Hay personas que despiertan nuestra curiosidad desde el primer momento, con algunas de ellas nunca llegamos a hablar, con Nikolai sí.

Diario de viaje. Decálogo para bañarse en el Baikal
El agua está helada pero algo te dice que esa oportunidad no volverá a presentarse.

Diario de viaje. La taiga en bicicleta o el peso de los miedos
Nos adentramos en un pequeño bosque de coníferas en Kuzhir. ¿Habrá osos aquí?

Diario de viaje. Hacia el cabo Khoboy
Una excursión de siete horas con nueve personas metidas en una furgoneta. Fuera, paisajes despampanantes llenos de historias locales.

Diario de viaje. Olkhon, una isla dentro de un lago
Empieza el viaje y constatamos que las primeras impresiones no son siempre hacen justicia a las segundas. Llegamos a Irkutsk, en Siberia, y partimos hacia la isla de Olkhon, dentro del lago Baikal.

Instantánea número 1: Rusia. Matriuscas y acordeones.
Esta instantánea contiene la esencia de nuestro contacto con Rusia. ¿Qué fue lo que más nos impactó? y ¿qué explicación le encontramos a todo ello? En próximos capítulos, los del diario de viaje, podrás escuchar las vivencias desde una óptica más cercana, pero esta primera panorámica servirá para ubicarte.

La vida nítida. Un viaje en tren hacia la lucidez con tres paradas: Rusia, Mongolia y China
Éste es el primer episodio de la lectura, capítulo a capítulo, del diario de un viaje hacia la lucidez, hacia una visión de la vida nítida.
Viajamos en tren desde Rusia a Pekín, pasando por Mongolia y en cada parada había un aprendizaje. Nos llevamos una instantánea por país, que intenta captar al máximo su esencia, y las notas del día a día del viaje, para volver a él siempre que lo necesitáramos.
El audio no es perfecto, pero es :) De hecho, esta lectura en voz alta nace en época de confinamiento, con la voluntad de compartir ese viaje -primero con familia y amigos y luego con quien quiera sumarse- en un momento en el que no podemos viajar si no es a través de la brecha de la imaginación, el arte y el recuerdo.