Salmos FM Podcast

“¡A lo mejor tú has llegado a ser reina precisamente para ayudarnos en esta situación!” (Ester 4:14)

“Pregunta a las bestias o a las aves: ellas te pueden enseñar. También a la tierra y a los peces del mar puedes pedirles que te instruyan. ¿Hay alguien todavía que no sepa que Dios lo hizo todo con su mano?” (Job 12:7-9)

“Por mi parte, yo estaré con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo” (Mateo 28:20)

“El cielo proclama la gloria de Dios; de su creación nos habla la bóveda celeste” (Salmo 19:1)

“Tengan valor y firmeza; no tengan miedo ni se asusten cuando se enfrenten con ellas, porque el Señor su Dios está con ustedes y no los dejará ni los abandonará” (Deuteronomio 31:6)

“¿Quién es este Rey de la gloria? ¡Es el Señor, el fuerte y valiente! ¡Es el Señor, valiente en la batalla! [...] ¿Quién es este Rey de la gloria? ¡Es el Señor todopoderoso! ¡Él es el Rey de la gloria!” (Salmo 24:8, 10)

“Sean buenos y compasivos unos con otros, y perdónense mutuamente, como Dios los perdonó a ustedes en Cristo” (Efesios 4:32)

“No tengas otros dioses aparte de mí” (Éxodo 20:3)

“Por eso jamás llegará a caer. ¡El hombre justo será siempre recordado! No tiene miedo de malas noticias; su corazón está firme, confiado en el Señor. Su corazón está firme; no tiene miedo, y aun mira con burla a sus enemigos” (Salmo 112:6-8)

“Pues míos son todos los animales salvajes, lo mismo que los ganados de las serranías; mías son las aves de las montañas y todo lo que bulle en el campo” (Salmo 50:10, 11)

“¿Quién es el padre de la lluvia y del rocío?” (Job 38:28)

“Dos hijas tiene la sanguijuela, que solo saben pedir. Hay tres cosas, y hasta cuatro, que nunca se satisfacen”  (Proverbios 30:15)

“Señor, tú me has examinado y me conoces” (Salmo 139:1)

“Allí Jacob hizo esta promesa: ‘Si Dios me acompaña y me cuida en este viaje que estoy haciendo, si me da qué comer y con qué vestirme, y si regreso sano y salvo a la casa de mi padre, entonces el Señor será mi Dios’ ” (Génesis 28:20, 21)

“Jesús les dijo entonces: ‘Pues den al emperador lo que es del emperador, y a Dios lo que es de Dios’ ” (Mateo 22:21)

“Ustedes, como hijos amados de Dios, procuren imitarlo” (Efesios 5:1)

“Alabaré al Señor con toda mi alma. Alabaré al Señor mientras yo viva; cantaré himnos a mi Dios mientras yo exista”  (Salmo 146:1, 2)

“Este es el mensaje que Jesucristo nos enseñó y que les anunciamos a ustedes: que Dios es luz y que en él no hay ninguna oscuridad” (1 Juan 1:5)

“Oh Dios, ¡pon en mí un corazón limpio!, ¡dame un espíritu nuevo y fiel!” (Salmo 51:10)

 “El fruto del Espíritu es [...] dominio propio” (Gálatas 5:22, 23, Nueva Versión Internacional)

“Pues donde esté tu riqueza, allí estará también tu corazón” (Mateo 6:21)

 “Yo estaré contigo así como estuve con Moisés, sin dejarte ni abandonarte jamás” (Josué 1:5)

“Tú, Señor, estás cerca, y todos tus mandamientos son verdaderos” (Salmo 119:151)

“Jesús lo tocó con la mano, y dijo: ‘Quiero. ¡Queda limpio!’ Al momento, el leproso quedó limpio de su enfermedad” (Mateo 8:3)

“‘¿Quién conoce la mente del Señor? ¿Quién podrá instruirle?’ Sin embargo, nosotros tenemos la mente de Cristo” (1 Corintios 2:16)

“Pero el que ofenda con sus palabras al Espíritu Santo, nunca tendrá perdón, sino que será culpable para siempre” (Marcos 3:29)

“No tengas miedo, yo te ayudo” (Isaías 41:13)

“Entonces se acordaban del Dios altísimo que los protegía y los rescataba” (Salmo 78:35)

“Por lo tanto, ya no mientan más, sino diga cada uno la verdad a su prójimo, porque todos somos miembros de un mismo cuerpo” (Efesios 4:25)

“Dios vigila los pasos del hombre y conoce todas sus andanzas” (Job 34:21)

“Al contemplar las montañas me pregunto: ‘¿De dónde vendrá mi ayuda?’ Mi ayuda vendrá del Señor, creador del cielo y de la tierra” (Salmo 121:1, 2)

“No te fijes en su apariencia ni en su elevada estatura, pues yo lo he rechazado. No se Trata de lo que el hombre ve; pues el hombre se fija en las apariencias, pero yo me fijo en el corazón” (1 Samuel 16:7)

 “¡Ten confianza en el Señor! ¡Ten valor, no te desanimes! ¡Sí, ten confianza en el Señor!” (Salmo 27:14)

“Cuando Dios creó al hombre, lo creó a su imagen; varón y mujer los creó” (Génesis 1:27)

“Le alabaré aunque no florezcan las higueras ni den fruto los viñedos y los olivares; aunque los campos no den su cosecha; aunque se acaben los rebaños de ovejas y no haya reses en los establos” (Habacuc 3:17, 18)

 “No se preocupen por el día de mañana, porque mañana habrá tiempo para preocuparse. Cada día tiene bastante con sus propios problemas” (Mateo 6:34)

 “Así es nuestro Dios por toda la eternidad. ¡Él es nuestro guía eternamente!” (Salmo 48:14)

“¿Quién es el padre de la lluvia y del rocío?” (Job 38:28)

“De la misma manera, el deportista no puede recibir el premio, si no lucha de acuerdo con las reglas” (2 Timoteo 2:5)

“El que no ama no ha conocido a Dios, porque Dios es amor” (1 Juan 4:8)

“Dichoso el que lee” (Apocalipsis 1:3)

“Podrás hacerlo porque yo estaré contigo. Derrotarás a los madianitas como quien derrota a un solo hombre” (Jueces 6:16)

“En el principio ya existía el Verbo, y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios” (Juan 1:1)

“Señor, tú conservas en paz a los de carácter firme, porque confían en ti” (Isaías 26:3)

“Porque tú, Señor, eres bueno y perdonas; eres todo amor con los que te invocan” (Salmo 86:5)

“Haré que tú y la mujer sean enemigas, lo mismo que tu descendencia y su descendencia. Su descendencia te aplastará la cabeza, y tú le morderás el talón” (Génesis 3:15)

“Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que viene de Dios, para que entendamos las cosas que Dios en su bondad nos ha dado. Hablamos de estas cosas con palabras que el Espíritu de Dios nos ha enseñado, y no con palabras que hayamos aprendido por nuestra propia sabiduría. Así explicamos las cosas espirituales con términos espirituales” (1 Corintios 2:12, 13)

“Grande es nuestro Dios, y grande su poder; su inteligencia es infinita” (Salmo 147:5)

“Hay seis cosas, y hasta siete, que el Señor aborrece por completo: los ojos altaneros, la lengua mentirosa, las manos que asesinan a gente inocente, la mente que elabora planes perversos, los pies que corren ansiosos al mal, el testigo falso y mentiroso, y el que provoca peleas entre hermanos” (Proverbios 6:16-19)

“En mi angustia clamé a ti, Señor, y tú me respondiste” (Jonás 2:2)